¿No vas a ir a votar este 16 de mayo? ¡Entiendo! ¡Facho pobre y wevón!

Que “yo no me meto en política”, que “no soy ni de izquierda ni de derecha”, “que los pobres son pobres porque son flojos”, “que los comunistas lo quieren todo gratis”, que “¿para qué van a votar si igual el lunes tienen que ir a trabajar?”… es lo que vienes repitiendo desde que te conozco.

En tanto tu hija que cursa una carrera universitaria humanista trata de reeducarte o conversar estos temas contigo pero tú te cierras al debate con un portazo en su cara, gritándole  ¡comunista!, al tiempo que a causa de ese portazo tuyo caen casualmente en el suelo de tu cuarto de obrero endeudado siete cuotas impagas de esa carrera de tu hija, carrera que a ella la endeudará por años hasta cuando tú hayas  partido al otro mundo.

Es que esa trillada cancioncita tuya no es más que un triste mecanismo de defensa con el que en vano tratas de negar tu pasado miserable y pobre, pasado de mocos chorreantes en tu cara de infante desarrapado y con hambre, pasado de fonolas arrancadas de cuajo por el viento en el techo de la rancha de tus abuelos en uno de esos inviernos en que en Chile corría viento fuerte y llovía fuerte.

Y te levantas al día siguiente de ese “debate” con tu hija despotricando (otra vez) wevadas tan miserables como que “los comunistas lo quieren todo gratis”, que “por qué insultan al gobierno”, que “para qué tiran piedras”, que “el que la hace la paga”, “que el profesor que pateó el torniquete merece ir a prisión”,  que “aquí hace falta mano dura, como en los tiempos de Pinochet”; que (ecolalia inconsciente que en ti remite suconscientemente al gurú y “filósofo” chileno Carlos Peña) las razones que gritan en las calles el 18 de octubre nos eran “razones”  sino “pulsiones de pandillas desordenadas”, y que “las Fuerzas Armadas y Carabineros deben hacerse respetar y deben  intervenir y restablecer el orden”…  Sin saber tú que con esas declaraciones te haces cómplice de los muertos y mutilados del 18-O y de la tragedia que viven es@s miles de universitarios que se endeudan en Chile por veinte años y más por estudiar (incluida tu hija) gracias al modelo que defiendes; y así te haces también cómplice de la tragedia que han vivido y viven esas madres mayores que incluso hasta hoy no saben dónde está su hijo o su compañero de vida ni dónde ir a llorar su duelo ni dónde ir a dejar una flor.

¿Que Dios y tu Biblia son tu guía de vida, “que Dios saca y pone reyes”, que “nada sucede si él no lo permite”, “que en vano tratan de torcer la voluntad de Dios y de cambiar la realidad social los comunistas pues todo lo que suceda en Chile ya está todo escrito en la Biblia”?

Claro, es fácil decirlo… mientras ese “amor de Dios y de tu Biblia” te sigan ocultando la fractura policial del cráneo de una inocente escolar y cómo estos “protectores del débil” dejan ciegos a Fabiola y a Gustavo y al vecino pobre del pasaje tuyo de atrás lo dejan en estado vegetal.

“¿Que hace falta mano dura”, “es que ahora nadie respeta a carabineros”, “que todo es caos, que hay que respetar a la autoridad”, “que Chile durante 30 años ha sido un modelo de desarrollo a seguir por los países de la región”? …

Claro, eso es fácil decirlo, mientras esta versión de desarrollo y autoridad tuyos no te permite ver a esas abuelas que no son más que números que esperan tres años y más por un turno de atención de salud que nunca llegó y jamás llegará… ¡Ni hablar de las pensiones miserables que reciben estos abuelos y abuelas de las AFP!

¿Que para qué van a ir a votar si igual el lunes tienen que ir a trabajar?  ¿Qué “yo no me meto en política”?  ¡¡¿Perdón?!!

Dices eso ¿mientras a la hija de otra vecina tuya la abusan sexualmente en una comisaría el 18 de octubre “por haberse metido en política”, o sea, por haber salido esa vez a la calle a cantar “Chile despertó”? ¿Dices eso mientras tu anciano padre sigue trabajando como jardinero eterno en una plaza municipal, viejito al que ignoras pues tú hoy eres amnésicamente un “ABC 1” al peo, o sea un “chileno exitoso” de “clase media” que gana 450 mil pesos mensuales en un trabajo en que tu jefe te ve como un simple perkin y un esclavo a su merced?

¡¡¿Perdón?!! ¿Acaso la 4 x 4 con la que te luces y que pagas en “cómodas” cuotas hace seis años, o el hecho de que ya no vivas en ese cité o en ese campamento de tu infancia (infancia de mocos chorreantes en tu cara de niño hambriento) te causó algún tipo de amnesia imperecedera, amnesia ridículamente inentendible e incorregible? ¿Por eso, y seguramente por mucho más, entonces, no vas a ir a votar este 15 y 16 de mayo de 2021?  ¡Entiendo! ¡Entiendo! ¡Entiendo!

¡A tu hija, esa muchacha que le das portazos cuando toca estos temas contigo, muchacha que cursaba 4º medio el 2019, muchacha que empuñó una piedra junto a su compañero de curso el 18-O, universitaria endeudada hoy, chica que gritó basta y que cantó “Chile despertó” esa vez mientras saltaba junto a centenares de escolares un torniquete neoliberal pinochetista indestructible y sagrado en esa fecha en Santiago de Chile, le debemos todo lo que se abre en términos de esperanza y sueños para un nuevo país este 16 de mayo, viejo facho pobre y wevón!

Noé Bastías

Profe de filosofía, Lic. en Educación

Egr. de Mg. en Neurociencias AAE

Santiago de Chile