La ONCE denuncia que la falta de accesibilidad en Internet aísla a las personas ciegas durante la crisis

La ONCE alertó este jueves de que la falta de accesibilidad de algunas plataformas y aplicaciones fomenta el aislamiento de las personas ciegas, sobre todo durante estos días de confinamiento a causa del coronavirus.

Actualidad - España 14/05/2020 Redacción Redacción
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Con motivo del Día Mundial de Internet que se celebra el 17 de mayo, la organización destacó "la doble cara de Internet" para las personas con discapacidad visual y pidió considerar estas necesidades desde "el diseño en origen".

Según la ONCE, Internet y algunas plataformas digitales han facilitado la conexión de las personas ciegas en estos días de confinamiento en entornos educativos, laborales, de cultura, ocio e información. "Sin embargo, la falta de accesibilidad ha demostrado que puede generar aislamiento y dificultad de acceso a servicios esenciales" para estas personas, criticó.

Destacó como "en la sociedad del conocimiento en la que nos encontramos, y en especial en la crisis actual, son muchas las situaciones en la vida de una persona que pasan por el uso de la tecnología": leer un libro digital, hacer la compra semanal, mantener comunicación con un grupo de amigos, gestionar citas médicas o las cuentas bancarias, desarrollar un trabajo profesional, etc.

Sin su uso, "muchas de estas operaciones estarían vetadas a personas con discapacidad visual", prosiguió, que pese a todo, tampoco pueden realizar todo aquello que sí haría una persona sin discapacidad en Internet. "La razón es que aún no son accesibles parcial o totalmente", explicó la ONCE.

En concreto, denunció la falta de accesibilidad a las apps del Covid-19; a las webs de algunos grupos médicos que, por ejemplo, ofrecen calendarios inaccesibles, que sólo funcionan con ratón, o a servicios de petición de cita a través de las apps de las comunidades autónomas.

A su juicio, "el empleo de la tecnología, en general, supone para las personas con discapacidad un arma de doble filo". "Proporciona nuevas herramientas que posibilitan tareas que no podían realizarse sin ella", apuntó, pero "el incumplimiento de las pautas o normas de accesibilidad en el diseño de las aplicaciones o dispositivos impide su uso normalizado a personas con baja visión, ceguera o sordoceguera.

Por todo ello, la ONCE subrayó que todas estas dificultades deben ser tenidas en cuenta a la hora de diseñar de origen las normas de accesibilidad, ya que "rehacer o adaptar a posteriori supone mucha más inversión de recursos y de tiempo, amén de la pérdida de oportunidades y el sobresfuerzo para las personas con discapacidad visual".

Entidades como la ONCE tienen que invertir muchos recursos para conseguir, por ejemplo, que una niña pueda estudiar desde casa como el resto de sus compañeros de clase; que el universitario realice con garantías los exámenes del grado que cursa; que el profesional teletrabaje con las medidas y recursos accesibles como el resto de trabajadores de su empresa o que la persona con sordoceguera pueda realizar la compra online de lo que necesita cada día ella y su familia.

Al igual que en lograr que los mayores que han tenido que quedarse en casa o en la residencia puedan ocupar su tiempo leyendo o informándose de lo que sucede en el mundo cada día, o que si cualquier persona con discapacidad visual intuye que tiene síntomas de Covid-19 pueda hacer su autotest con la app que su comunidad autónoma ha puesto a disposición de cualquier ciudadano.

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