¡Golpes de Calor ! ¿Qué hacer, cómo prevenirlos?

 Emilio , nos  da algunas claves...

Cara al verano me gustaría hablaros de una serie de recomendaciones, que aunque
parecen obvias, siempre es bueno recordar, ya que por desgracia, pese a que se
realizan numerosas campañas de prevención siguen produciéndose casos todos los
veranos. Y que se podían evitar simplemente tomando una serie de medidas sencillas
Durante el verano y otros periodos de alta radiación solar hay que ser muy cautelosos
con la exposición al sol para evitar sus efectos perjudiciales como pueden ser el
envejecimiento prematuro de la piel, las dermatitis, los edemas, las quemaduras y
manchas solares, lesiones cancerosas o cataratas. Pero en esta ocasión me gustaría
centrarme en la afecciones provocadas por las altas temperaturas insolación,
agotamiento por calor y en casos más extremos los golpes de calor.
Estas se producen normalmente con las olas de calor, se trata de episodios de
temperaturas extremas muy altas.
Primero, aunque sea algo técnico y engorroso, me gustaría explicaros, porque se
producen los golpes de calor, entendiendo un poco como funciona nuestro cuerpo y
los límites que tiene, podemos poner los medios para protegerlo y facilitarle su trabajo.
Con la llegada del verano, llega el sol y en consecuencia el aumento de las
temperaturas, y estos cambios nos afectan de forma notable, ya que nuestro cuerpo
para funcionar correctamente necesita mantener siempre una temperatura constante
(homeotérmia). En general el rango de temperatura normal del cuerpo humano se
encuentra entre 36.5–37.5 °C.

Él solito se encarga no solo de generar la energía suficiente para alcanzar esta
temperatura sino de procurar mantenerla siempre en estos rangos.
El calor ambiental, así como otros factores tales como el ejercicio o el estado de salud
entre otros, aumentan la temperatura de nuestro cuerpo y este para compensar este
incremento responde poniendo en marcha diferentes mecanismos para bajar la
temperatura y llevarla a valores normales
Lo primero que hace es disminuir la producción de energía que el mimo genera
(ralentiza el metabolismo), si se tratase de una caldera seria como dejar de echar más
leña al fuego, por otro lado abre las ventanas, elimina color de cuerpo, mediante la

evaporación de agua, poniendo en marcha la Sudoración.
Estos mecanismos de control funcionan muy bien en condiciones normales pero si
sometemos al cuerpo a altas temperaturas durante periodos prolongados de tiempo
resultan insuficientes y si no conseguimos bajar su temperatura el cuerpo empieza a
dejar de funcionar correctamente,
Por ejemplo, el exceso de sudoración produce una pérdida de excesiva de agua y electrolitos, este agua sale del torrente sanguino, lo que hace que la sangre se vuelva más viscosa y no transportará correctamente todos los nutrientes y el oxígeno que los músculos y el cerebro necesitan para funcionar.
Todo esto lleva a la aparición de determinados síntomas muy característicos de lo que
comúnmente se llama agotamiento por calor, estos síntomas serian: sed intensa dolor
de cabeza, confusión, fatiga, calambres musculares…

Si no ponemos remedio ante la aparición de estos primeros síntomas, y la temperatura
del cuerpo seguirá aumentando, la situación se irá complicando, de fatiga pasaremos
agotamiento y empezaran aparecer los primeros síntomas de deshidratación,
nauseas…

Ya cuando la temperatura corporal supera los 40 grados o más, nos encontramos ante
un golpe de calor se produce cuando cesa la sudoración y el cuerpo es incapaz de
enfriarse por sus propios medios.Mostrando los siguientes síntomas: se acelera la respiración y la piel se muestra
caliente, roja y seca (sin sudor); se siente una sed intensa y aparece somnolencia
confusión, convulsiones e incluso pérdida de conciencia.
Se trata de una verdadera emergencia médica y que requiere tratamiento inmediato.,
Un golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los
riñones y los músculos, este daño empora cuanto más se retrase el tratamiento lo que
aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.
El golpe de calor puede aparecer repentinamente, pero por regla general nos avisa
con la aparición de los síntomas leves, que nos ponen en aviso, con lo cual se puede
prevenir.

Aunque suene alarmista la verdad es que es algo más habitual de lo que podemos
imaginar y muy fácil de prevenir, simplemente tomando las medidas adecuadas. Y
poniendo especial hincapié en los personas más vulnerables y los grupos de riesgo,
niños, ancianos, enfermos, deportistas trabajadores al aire libre….
“Se estima que en nuestro país se dan 1.300 muertes cada año debido al calor”, afirma Julio Díaz, responsable de la
Unidad de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del Instituto Carlos III”
El tratamiento, tiene dos líneas de actuación básicas, que son por un lado Enfriar el
Cuerpo, para devolverlo a los rangos normales de temperatura y por otro la
Rehidratar para recuperar los líquidos y minerales perdidos. Es importante apuntar
que los medicamentos que se utilizan para reducir la fiebre son inútiles para esta
afección.

QUE HACER
 Llame a emergencias sanitarias al 112 .o comunicar con el Servicio Sanitario más   cercano.
 Mantener a la persona tendida
 Coloque al enfermo en un lugar a la sombra.
 Quítele ropa para airearle.
 Si está consciente, colóquele con la cabeza ligeramente elevada y ofrézcale abundante agua.
 Refrésquele rápidamente con agua fría o hielo, sobre todo la cara y axilas.
 No le meta en la bañera para enfriarle.
 Si está inconsciente colóquele tumbado de lado, con las piernas flexionadas.
 Nunca de líquidos a una persona inconsciente.

En la prevención sigue dos mismas líneas:
IMPEDIR QUE EL CUERPO SE CALIENTE:

 Esquivar la luz directa del sol y las fuentes de calor
 Evite salir de casa durante las horas centrales del día (entre las 12 del mediodía y las 6 de la tarde).
 Buscar ambiente más fresco y sombreado,
 Permanezca en espacios ventilados o acondicionados
 Descanse con frecuencia a la sombra.
 Elige las horas del día más frescas para hacer ejercicio
 Quitándose la ropa que pueda mantener el calor cerca del cuerpo
 Ponerse ropa adecuada tener mucha superficie de piel libre para evaporar el sudor,
 Usa ropa ligera, holgada de tejidos transpirables y de colores claros,
 Usar sombrero, gafas de sol y cremas protectoras solares.
 Elige calzado cómodo, que deje "respirar" a tus pies y que no te haga daño.
 Sentándose frente a un ventilador
 Bañarse en agua tibia o fría
 Revisa el pronóstico del tiempo para ver el viento y la humedad
La humedad juega un papel importante en la sudoración y en nuestra percepción del esfuerzo.
 La temperatura aumenta después de comer o beber algo con calorías.
 Evite comidas copiosas, tome verduras y frutas.
 Coma menos cantidad y más veces al día.
 No tome comidas calientes ni abuse de las bebidas alcohólicas.
 El ejercicio eleva la temperatura corporal.
 Reduzca la actividad física.
 Cuando esté en la casa, utilice las habitaciones más frescas.
 Durante el día baje las persianas y cierre las ventanas; ábralas por la noche para ventilar.
 Nunca deje a nadie, personas o mascotas, en un vehículo expuesto al sol en verano.
PEVENIR LA DESHIDRATACION:
 La ingesta de líquidos compensamos los perdidos con el sudor
 Bebe agua y líquidos a menudo, sin esperar a tener sed.
 Sobre todo agua y zumos de fruta ligeramente fríos.
 Evita las bebidas muy frías; pueden causar molestos calambres estomacales.
 Evitas las bebidas alcohólicas, azucaradas o con cafeína, que favorece la deshidratación. 
 Si sigues una dieta baja en sal, consulta con tu medico la ingesta de bebidas deportivas, ricas en sales y
minerales.
 Coma con moderación, evitando excesos.
 Son muy recomendables platos ligeros Verduras y hortalizas, ensaladas, gazpacho etc., así como la fruta de
verano (sandía, melón…) por su alto contenido en agua y sales minerales.
¿Quiénes deben estar protegidos especialmente del calor?
1. Las personas mayores y discapacitadas
En caso de calor intenso las personas mayores que vivan solas deben estar acompañadas y recibir
ayuda diariamente de la familia y vecinos o, en su defecto, solicitar ayuda a los servicios sociales de su
Ayuntamiento

2. Los niños menores de 5 años. (Los lactantes son muy sensibles a los golpes de calor)

3. Las personas con enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes, cardiopatía, obesidad, alcoholismo).
4. Las personas que tomen alguna medicación habitualmente.
5. Las personas que realizan trabajos físicos intensos o deporte al aire libre.
Ayude a las personas que puedan estar en mayor riesgo de sufrir los efectos del calor.

Mantén tus medicinas en un lugar fresco, para que no les afecte el calor. Aunque muchas aguantan perfectamente
temperaturas elevadas, otros fármacos son especialmente sensibles a los grados de más.

Ldo. Emilio Márquez de Prado Mena .