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EN APOYO DE LAS REIVINDICACIONES Y MOVILIZACIONES DE LOS PROFESIONALES DE LA SANIDAD PÚBLICA
Política - Partidos08/02/2023Redacción06/02/2023. Durante los últimos meses no dejan de sucederse las noticias sobre movilizaciones, paros y protestas de trabajadores sanitarios en distintas comunidades autónomas. En Madrid, Comunidad Valenciana, Andalucía, Extremadura, Navarra, Cataluña, Aragón, Galicia, Cantabria, Baleares y Canarias, este colectivo ha convocado huelgas, organizado manifestaciones o protagonizado encierros. Algunos están todavía hoy en plena lucha y otros han pausado sus acciones mientras negocian con las administraciones. Pero es innegable que la sanidad pública está herida de gravedad en
nuestro país y muy especialmente, además, en el eslabón más cercano a las personas, el de la atención primaria. Aunque con particularidades en cada territorio, las reivindicaciones de los profesionales de la salud son similares: un ratio de pacientes imposible de gestionar, recursos humanos y materiales insuficientes, aumento de las listas de espera, servicios de urgencias saturados, sueldos bajos… no es necesario abundar más en el rosario de precariedades y dificultades a las que se enfrentan, porque cualquier usuario de los servicios públicos de salud puede comprobar por sí mismo las condiciones en que tienen que desarrollar su trabajo. Por supuesto que esta situación comienza a frenar las vocaciones -cada vez menos jóvenes quieren dedicarse a la medicina- al tiempo que anima a los nuevos profesionales a emigrar a otros países donde los salarios y las condiciones son mejores.
Para los humanistas, una vez más, el debate sobre cuál sería la solución a estos problemas nace viciado. Porque dentro de este sistema cruel e inhumano en el que vivimos, no hay posibilidad de cambio. Los grandes partidos se enzarzan estos días en discusiones acerca de las bondades de modelos de gestión públicos o privados, de la cantidad de médicos o del presupuesto invertido por habitante en cada comunidad autónoma (por cierto, que en la lista de comunidades con problemas sanitarios hay gobiernos de distinto signo). Pero la salud debería ser un derecho básico universal, gratuito y de calidad para todas las personas, sin que ninguna otra consideración, económica o ideológica, pueda interponerse. Y si alguien dice que no hay dinero suficiente para garantizar este derecho, contestaremos que su argumento es falso, puesto que las grandes empresas y los bancos siguen obteniendo gigantescos beneficios a pesar de las crisis, y el estado gasta enormes cantidades en armamento.
¿Qué futuro tiene una sociedad que destina más recursos a la industria de la muerte que a la defensa de la vida? Es por eso por lo que defendemos que dentro de la lógica de este sistema, problemas como este no tienen solución, puesto que la escala de valores impuesta por los poderosos está viciada. Es imposible poner parches, hay que cambiarlo por completo.
Un pueblo enfermo es un pueblo menos libre. Un sistema económico que no pone la salud, la educación y la calidad de vida de las personas por delante de los beneficios de las empresas, es un sistema que quiere someter a los pueblos. Los políticos que no enfrentan ese sistema económico para poner como valor principal al ser humano, son cómplices de este sometimiento y del sufrimiento que causa en las personas.
Por eso, el Partido Humanista, denuncia el abandono que desde todos los gobiernos se está haciendo de la sanidad pública y apoya las reivindicaciones y movilizaciones que los profesionales están alentando en muchas ciudades y pueblos de nuestro país. Estaremos con ellos en las calles y, también, defendiendo la necesidad de superar un modelo social, político y económico obsoleto, entregado al dinero y sin sentido, incapaz de responder a las necesidades y aspiraciones de los seres humanos.
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El nuevo partido España Vaciada, que ya ha decidido que se presentará a las próximas elecciones generales, descarta hacerlo por medio de coaliciones electorales con partidos nacionales en ninguna circunscripción, y estudiará “caso por caso” las peticiones que ya le han trasladado formaciones pequeñas de ámbito provincial o regional.
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Espadas agradeció al líder del Ejecutivo, “como alcalde de una ciudad, pero sobre todo como andaluz”, haber mostrado “en el peor momento de la historia de este país” por la pandemia, “cómo se hace equipo, cómo se gestiona desde la lealtad y la altura política”.
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Según este sondeo, elaborado a partir de 3.820 entrevistas realizadas entre el 1 y el 11 de marzo, el PSOE pasaría del 30,7% en estimación de voto en febrero a un 31,3%, mientras que el PP pasaría de un 18,8% a un 17,9%.
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