El Gobierno mantiene la previsión de crecimiento del 6,5% para este año y del 7% para 2022

Sube del 1,7 al 2% el alza del PIB en el segundo trimestre y augura que en otoño se recuperen “niveles de empleo cercanos a los de febrero de 2020” Calviño defiende que las medidas desplegadas han “contrarrestado casi totalmente el deterioro” en la solvencia de las empresas evitando “un fallo masivo”

Economía 28/07/2021 Servimedia
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El Gobierno ha ratificado su previsión de crecimiento para la economía española del 6,5% este año y del 7% para el próximo ejercicio estimada en abril pasado gracias a la reactivación que se está produciendo con el avance de la vacunación, y estima que en 2020 se alcanzará el PIB preCovid y en 2023 se recuperará el ritmo de expansión prepandemia.

Así lo indicó la vicepresidenta primera del Ejecutivo y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, durante una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros donde se ha aprobado el ‘techo de gasto’, presentado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y con el que se da el pistoletazo para la formulación de los Presupuestos del 2022.

El nuevo cuadro macroeconómico se mantiene en “línea” con el establecido en abril para el programa de Estabilidad, con la excepción de una mejora en las previsiones relativas al entorno exterior por una mayor previsión de crecimiento en la zona euro, y un empeoramiento de la mano del precio del crudo. Su previsión sigue siendo que el consumo privado crezca un 7,3% este año y el 6,9% el siguiente, y que el público lo haga al 2,5 y 1,5%.

Sin embargo, Calviño subrayó que el consumo privado “muestra un gran dinamismo por la reapertura progresiva y también por el ahorro neto envasado de los hogares” que podrían tener una hucha precautoria de unos 60.000 millones que puede favorecer el gasto y consumo “en los próximos trimestres”.

La “sorpresa positiva” llega con las exportaciones a raíz del comportamiento de los últimos meses y donde mejora su contribución, elevando su proyección para este año desde el 9,2 al 10%, mientras que mantiene el 10,3% para las importaciones. El Gobierno prevé que el turismo extranjero alcance un nivel “ligeramente inferior al 50% del 2019” y del 75% para el turismo nacional este año.

Calviño puso foco especial al detallar el informe de situación en la evolución del empleo. Si bien ratificó que este año caerá del 15,5 al 15,2% y se situará en el 14,1% en año 2022 como habían estimado en abril, dijo que está lejos del 20% que llegaron a augurar organismos como el Banco de España o la OCDE, “llegando incluso al 25% en un escenario de segunda ola de pandemia”. “Y lo cierto es que estamos encarando la quinta ola de la pandemia con una tasa de paro que es 10 puntos inferior a la que preveían dichos organismos”, reivindicó.

La confirmación del cuadro macroeconómico tiene lugar después de que en abril el Gobierno rectificase a la baja el pronóstico por las restricciones sobrevenidas con la tercera ola de Covid y la tormenta Filomena, ya que antes esperaba un crecimiento del 7,2% tendencial para este año y con posibilidad de llegar al 9,8% con la ejecución de los fondos europeos.

No ha seguido, sin embargo, la estela de organismos nacionales e internacionales que han revisado al alza sus proyecciones en los últimos meses frente a la fuerte reactivación gracias al vacuna. Por ejemplo, el Banco de España revisó sus previsiones en junio pasado y espera que el PIB crezca en el trienio 2021, 2022 y 2023 a un ritmo del 6,2%, 5,8% y 1,8%, superior al 6%, 5,3% y el 1,7%, respectivamente, estimado previamente.

CRECER AL 2% EN EL SEGUNDO TRIMESTRE

“En esta ocasión claramente estamos en una fase muy diferente”, explicó Calviño frente al cuadro presentado en abril cuando la actividad había sufrido poco antes el freno de la tercera ola de Covid y la tormenta Filomena. Al respecto, indicó que la evolución positiva actual de la economía “se inició a partir de mediados de marzo” y “se ha consolidado en el segundo trimestre del año”.

“Todos los indicadores y previsiones apuntan a una fuerte recuperación económica en esta segunda parte del año”, agregó, avanzando que en el segundo trimestre el crecimiento se “podría situarse o, incluso, superar el 2%” frente al 1,7% previsto por el Gobierno, refiriendo que la tendencia además “se mantiene en el mes de julio con los datos disponibles hasta el día de hoy”. “Todo ello nos permite afirmar que cerca de un año y medio después del inicio de la pandemia está en marcha una sólida recuperación económica”, remarcó.

Entre los indicadores que lo avalan citó la “positiva” evolución del mercado de trabajo donde, tras alcanzar “un máximo cercano al millón de personas en situación de ERTE a principios de febrero”, hoy quedan “entorno a 340.000 trabajadores, un tercio de ellos a tiempo parcial”. A esa cifra se añaden otros 160.000 autónomos cubiertos por la prestación extraordinaria por cese de actividad, la menor cifra también en nueve meses.

Según abundó, la recuperación en curso ha “permitido volver e, incluso, superar los niveles de afiliación bruta de 2019” en la Seguridad Social, indicando que en julio se podrían recuperar “más del 90% del total de empleo efectivo” o neto de los ERTE sobre el empleo perdido por el “shock Covid”. Quedarían, según avanzó, solo “unos 450.000 trabajadores afectados” en ambos colectivos de ERTE y autónomos, que, de mantenerse, “en el curso del otoño, podríamos recuperar niveles de empleo cercanos a los que teníamos en febrero de 2020”.

Para dar idea de la reactivación, indicó que otros indicadores cuantitativos como el gasto con tarjeta o la demanda de energía también reflejan la mejora económica, que se ha trasladado, además, al indicador de confianza de los consumidores con cifras en junio mejores que hace dos años cuando no había irrumpido la pandemia.

SIN PROBLEMAS DE SOLVENCIA

“En este tercer trimestre esperamos que se prolongue esa tónica positiva”, prosiguió, indicando que resultará clave el turismo que “ya empezó a dar claras muestras de reactivación en mayo y sigue en una senda positiva gracias al progreso de la vacunación, sobre todo en el ámbito europeo”. A tal efecto refirió que indicadores como las búsquedas turísticas en Internet o los vuelos programados “anticipan una intensificación de la recuperación en el verano, incluyendo el segmento internacional”, aunque llamó a mantener “una enorme cautela” por las incertidumbres aún existentes sobre el virus de la Covid.

La vicepresidenta reivindicó que, pese a que el impacto de la pandemia sobre la economía “ha sido el mayor de nuestra historia en tiempos de paz”, la recuperación está siendo “muy diferente de la de la anterior crisis financiera” y frente a los diez años que tardó en recuperarse el PIB y los 12 para el empleo, ahora “todos los analistas” prevén que se recupere en 2022 el nivel del PIB previo a la pandemia y en 2023 recuperar la senda de crecimiento.

Calviño expuso que ha sido posible gracias a las medidas de apoyo público como los ERTE, los avales del ICO o las ayudas directas a las empresas, que “han conformado una red de seguridad, un escudo social” clave para “amortiguar el impacto económico y social de la pandemia y proteger una base para la recuperación económica que ahora estamos viendo”.

Aprovechó para exponer que los estudios de situación como el presentado hoy al Consejo de Ministros ratifican que España continuó “progresando” en ámbitos como el de la transición ecológica, la transformación digital, la igualdad de género y la cohesión social, aunque “queda todavía mucho camino por recorrer para corregir la desigualdad” y que “se ha mitigado el deterioro de la solvencia empresarial”.

“Hemos conseguido suavizar el impacto social negativo de la crisis”, se congratuló, subrayando la puesta en marcha también de nuevos instrumentos para evitar un aumento de la desigualdad como el ingreso mínimo vital. No obstante, reconoció que el impacto social “todavía no ha sido absorbido totalmente” y se suma al aumento de las desigualdades que ya se arrastraba, señalando que “es preciso seguir extendiendo las medidas que protegen a los colectivos más vulnerables”.

Entre otras, citó el ámbito de los desahucios y de los suministros básicos, “hasta que tengamos una situación económica y un marco que erradique estas situaciones tan duras que no se corresponden con un país como el nuestro”. En cuanto a la solvencia de las empresas, indicó que las medidas desplegadas “han contrarrestado casi totalmente el deterioro de los indicadores de solvencia de las empresas y, por tanto, el riesgo de un fallo masivo en el tejido económico”.

(SERVIMEDIA)

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