La Ley de Eutanasia da un paso más con la aprobación del informe de la ponencia en la Comisión de Justicia del Senado

Durante la sesión también se sometieron a votación los vetos al texto presentados por el PP y Vox, que, en ambos casos, quedaron rechazados por 10 votos a favor, 19 en contra y ninguna abstención.

Actualidad - España 26/02/2021 Servimedia
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La Proposición de Ley Orgánica de regulación de la Eutanasia ha dado este jueves un paso más tras la aprobación por la Comisión de Justicia del Senado del informe de la ponencia por 19 votos a favor, 10 en contra y ninguna abstención en el transcurso de una sesión en la que se acordó que sea el propio presidente de la Comisión quien la presente ante el pleno de la Cámara Alta. Durante la sesión también se sometieron a votación los vetos al texto presentados por el PP y Vox, que, en ambos casos, quedaron rechazados por 10 votos a favor, 19 en contra y ninguna abstención.

En el transcurso del debate y durante la defensa de las propuestas de veto, el senador José Manuel Marín Gascón, de Vox, que ha presentado 34 enmiendas al texto, mostró la “total oposición” de su formación al proyecto y defendió la importancia de “potenciar” los cuidados paliativos para ayudar a la persona a mantener la “máxima dignidad hasta el último de sus días”.

Para el senador, esta ley representa “el fracaso” de un sistema sanitario “que no puede ofrecer otra alternativa a los problemas de salud del paciente salvo la muerte”.

“Cada ser humano es único e irrepetible, valioso por el hecho de serlo y de vivir”, sentenció, convencido de que “nadie tiene derecho a provocar la muerte de un semejante gravemente enfermo, ni por acción ni por omisión” y de que, “por muy estricta que sea la regulación, será inevitable el temor a una aplicación no deseada”.

Tras asegurar que los cuidados paliativos son “la única opción moralmente aceptable para la atención de la persona al final de la vida”, criticó que el Gobierno “social comunista” haya “aprovechado” la situación actual para aprobar una ley “de forma apresurada, sin debate social y sin diálogo con los médicos” que, a su juicio, busca “ahorrar a expensas de quitar la vida a los pacientes en vez de intentar que vivan mejor en los últimos años o meses de su vida” así como “instaurar la industria de la muerte”.

A este respecto, advirtió de que la ley “disminuirá la protección jurídica de la vida de las personas más vulnerables”, entre las que citó a las que tienen problemas o incapacidad para “defender por sí solas sus derechos, las que no son autónomas, las que padecen dolor o se consideran una carga”, y anunció que su grupo defiende la “dignidad de la vida desde la concepción hasta la muerte natural y no otra”, y trabajará para que “no se convierta a España en el paraíso de la muerte”.

LEY INOPORTUNA

En la misma línea, el senador Antonio Román, del PP, que ha presentado 43 enmiendas, criticó que se trata de una ley “inoportuna” con un “encaje constitucional complejo”, y advirtió de que la eutanasia “podrá ser legal” pero, “en ningún caso, será legítima” y de que “no existe un derecho a la eutanasia, como tampoco existe un derecho al suicidio” y denunciando la vía elegida para tramitar el proyecto que, según su criterio, ha sido escogida para “hurtar el debate social y participativo” en torno al proyecto.

Román, médico de profesión, aseguró que a los profesionales sanitarios les enseñan a “aliviar” el sufrimiento y “no a eliminar al que sufre” y por ello instó a “acabar con el sufrimiento” de aquellas personas que quieren acabar con su vida y no con la vida misma, al tiempo que lamentó que el texto supone un “retroceso en materia de igualdad de las personas con discapacidad a los años 70”.

En este sentido, puntualizó que el apoyo a esta ley “no es unánime” y tiene “un amplio rechazo” y se mostró contrario a la “estigmatización” que la ley hace del objetor de conciencia y a la “discriminación” que supone contra las personas con discapacidad o la consideración de las enfermedades crónicas y graves como “condición de acceso” a la eutanasia.

Por el grupo parlamentario de Izquierda Confederal, el senador Joseba Koldobika Martínez hizo uso del turno en contra de las propuestas de veto para señalar que eutanasia y cuidados paliativos “no son procedimientos contrapuestos, sino todo lo contrario” y puso el ejemplo de Holanda, donde, a raíz de la despenalización de la eutanasia, “han ido mejorando y ampliándose en calidad”, mostrándose en contra del “discurso tremendista del horror” que propugnan quienes se oponen a la ley.

FALTA DE EXHAUSTIVIDAD

En el turno de defensa de las enmiendas afirmó que al texto “le falta exhaustividad y profundidad en la reflexión” y urgió a “ser exquisitos, cuidadosos e hilar muy fino”. “Se necesita una gran claridad conceptual, porque, sin conceptos claros, no hay diálogo posible”, resolvió, al tiempo que reconoció la importancia de formar a los profesionales y a la ciudadanía con relación al proceso, y emplazó al resto de senadores a “reflexionar, deliberar y mejorar el texto de una ley necesaria”.

Por el PSOE, el senador Javier de Lucas Martín hizo hincapié en la “demanda social” de una ley que regule la eutanasia y aseveró que la proposición cuenta con una “más que razonable justificación jurídica, moral y política” y promueve una “detallada” regulación de esta práctica bajo “exigentes y pactados requisitos, procedimientos y garantías”.

“Señorías, den paso a esta ley, a un instrumento de respeto a la autonomía y la dignidad, al alivio que esperan tantas personas y tantas familias”, solicitó, al tiempo que les reclamó que se sumen a esta alternativa “contra la crueldad”.

En el turno de portavoces, la también socialista María Esther Carmona sentenció que no se trata de una “simple despenalización”, sino de una “necesaria regulación del proceso eutanásico en sí” que viene a “complementar” la normativa en materia de cuidados paliativos, y resaltó el “importante consenso” obtenido por el proyecto durante su tramitación en el Congreso de los Diputados, donde obtuvo casi 200 votos a favor.

La senadora agradeció la “participación activa” de todos los grupos para “enriquecer” el texto inicial e insistió en que su objeto “no es una simple despenalización, sino una necesaria regulación del proceso” de forma “garantista”, así como en el “apoyo masivo” con el que la eutanasia cuenta entre la ciudadanía y los profesionales.

“Legalizamos el derecho para poner fin al sufrimiento con absoluta libertad y autonomía y lo hacemos con todas las garantías éticas y de seguridad jurídica para el cumplimiento de la voluntad y autonomía de la persona, así como la protección de su dignidad en determinados supuestos y sujeto a garantías jurídicas y sanitarias suficientes tanto para la persona solicitante como para los profesionales sanitarios implicados”, abundó, convencida de que el PSOE “vuelve a ser pionero en la defensa y la promoción de los derechos sociales y de las libertades personales de la ciudadanía española”.

Con respecto a las enmiendas que persisten vivas, expresó la “voluntad” del PSOE de “continuar trabajando en ellas en aras del esperado resultado” y reiteró su agradecimiento al “enorme esfuerzo” de todos los grupos parlamentarios para lograr lo que calificó de “paso tan relevante”.
(SERVIMEDIA)

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