La pandemia crece un 78% durante el verano pero sólo un 7% en hospitalizados y un 2,4% en fallecidos

El número de casos de Covid-19 en España ha crecido un 78% desde que empezó el verano, con 193.014 positivos más.

Actualidad - España 31/08/2020 Redacción Redacción
Evolución Covid  España verano 2020

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 Sin embargo, los contagiados son mayoritariamente asintomáticos y enfermos leves, pues en el mismo periodo las hospitalizaciones apenas han aumentado un 6,85% (8.557) y el número de fallecidos sólo ha subido un 2,43% (688).

Según datos oficiales del Ministerio de Sanidad recogidos por Servimedia, la pandemia de coronavirus ha vuelto a dispararse en apenas dos meses con 193.014 contagiados nuevos entre el 21 de junio y el 28 de agosto, frente a los 246.272 que se detectaron en los cuatro anteriores.

Los 193.014 casos diagnosticas durante el verano representan el 78,37% del total reconocido por el Gobierno de España, que contabiliza hasta el momento 439.286 personas afectadas por el coronavirus. Esto significa que dentro de pocos días, antes de que finalice oficialmente la estación estival, el país habrá duplicado la cifra de personas afectadas porque semanalmente se está localizando más de 40.000 casos de Covid-19.

El crecimiento ha sido especialmente intenso en agosto, ya que de los 193.014 positivos del verano 150.764 corresponden a este mes. En los primeros diez días de verano, en junio, se detectaron menos de 5.000 casos y en todo julio fueron menos de 40.000. Por el contrario, sólo en esta última semana, entre el 21 y el 28 de agosto, han aparecido 53.232 contagiados.

 Este crecimiento exponencial de momento es muchísimo menor en otras variables que miden la gravedad de la pandemia. En todo el verano se han registrado 8.557 hospitalizaciones, que suponen un aumento del 6,85% respecto al total de 124.871 registradas hasta el 21 de junio. No obstante, cabe resaltar que la inmensa mayoría (6.548) son exclusivamente del mes de agosto.

Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) empiezan a llenarse en algunos hospitales por el ingreso de pacientes graves, ya que en agosto han requerido esta atención especial 468 personas. En toto el verano, son 608 los enfermos que han pasado a UCI, lo que supone un 5,22% más que el 21 de junio, cuando se había atendido en estas camas a 11.637 personas.

La tasa que menos ha crecido durante las vacaciones estivales es la de fallecidos. Son 688 personas que han perdido la vida por el coronavirus durante el verano, 566 de ellas en el mes de agosto, lo que da muestras del auge de casos en el presente mes. Sin embargo, son un 2,43% en comparación con las 28.323 víctimas que el Ministerio de Sanidad reconocía el 21 de junio y apenas un 1,6% respecto a las 43.348 que el sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III estimaba en la misma fecha que realmente habían puerto de Covid-19.

 MÁS CASOS PERO MUCHO MENOS GRAVES

Sobre estos datos, las autoridades sanitarias insisten en que la situación de la pandemia es radicalmente distinta a la de marzo, cuando estalló y pilló por sorpresa al Ministerio de Sanidad, a las consejerías autonómicas y al conjunto de la población, lo que llevó a Pedro Sánchez a decretar el estado de alarma y ordenar el confinamiento en los hogares porque los hospitales se abarrotaron en cuestión de días.

Ahora hay mayor número de casos que entonces a pesar de que la mayoría de la población viste mascarilla fuera de su casa y de que hay orden de guardar distancia de seguridad para prevenir los contagios. El incremento de la estadística oficial no significa que España esté ahora peor que en marzo, como niegan insistentemente políticos de distinto signo político, sino que ahora existen más medios para diagnosticar y buscar contagiados que cuando arrancó la pesadilla del Covid-19.

Una prueba de ello es que entonces sólo se realizaban pruebas de confirmación a quienes llegaban ya enfermos a los hospitales y que decenas de miles de personas que se quedaron en casa con cuadros menos graves nunca tuvieron un diagnóstico de coronavirus porque la sanidad pública no alcanzaba a realizar pruebas a todos los sospechosos. De hecho, los datos del Momo ponen de manifiesto que al menos 15.000 personas murieron por Covid-19 sin una prueba que lo demostrara, lo que hace que el Gobierno de España siga sin incluirlos en las estadísticas oficiales.

La capacidad de las comunidades autónomas para realizar pruebas PCR se ha multiplicado durante el verano y llega a tomar unas 70.000 muestras diarias, con 516.318 PCR practicadas durante la semana pasada, según los datos más recientes recogidos por Servimedia del Ministerio de Salvador Illa. En abril, el propio ministro expuso como un éxito pasar de 20.000 a 40.000 pruebas diarias durante una comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.

Además, esta labor no ha recaído exclusivamente sobre los centros hospitalarios, somo sucedía al principio de la pandemia, sino que el mayor peso de la batalla contra el virus se libra actualmente desde Atención Primaria. Los datos que las comunidades suministran al Gobierno de España indican que la semana pasada se realizó seguimiento de 143.935 casos sospechosos de Covid-19. De ellos, 40.642 corresponden a hospitales y 103.293 a los consultorios más cercanos a los ciudadanos.

 Otro signo de que el sistema de salud está más capacitado que en primavera son los rastreadores encargados de buscar casos nuevos entre los contactos estrechos de cada positivo que se detecta. La sanidad pública comenzó el verano con 1.581 de estos profesionales dedicados a la vigilancia epidemiológica pero el Ministerio de Sanidad informó este jueves de que ya son 2.191, a los que van a sumarse los militares ofrecidos por el Ministerio de Defensa.

Estos rastreadores son especialmente importantes para localizar de forma incipiente casos de Covid-19 y evitar que contagien a otros, especialmente en el caso de los asintomáticos, personas que contraen la enfermedad pero no manifiestan signos de ella y prosiguen haciendo una vida normal sin darse cuenta de que están expandiendo la enfermedad a sus familiares y amigos.

Las pruebas masivas en barrios y municipios con alto índice de contagios también han contribuido a hallar personas asintomáticas. Cataluña y Madrid son dos de las comunidades que han recurrido a este sistema durante el verano para tratar de frenar la pandemia en las zonas con peores registros, para lo que han realizado cribados multitudinarios.

El gobierno regional de Isabel Díaz Ayuso, por ejemplo, ha puesto en práctica este método durante los últimos catorce días con más de 15.000 PCR en los distintos de Carabanchel, Usera, Villaverde y Vallecas y las localidades de Móstoles, Alcobendas, Fuenlabrada y Parla. Según fuentes de la Consejería de Sanidad consultadas por Servimedia, ha servido para detectar alrededor de un 3% de asintomáticos, por lo que se ha ‘cazado’ a unos 400 contagiadores que ignoraban portar el coronavirus.
(SERVIMEDIA)

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