El estrés en las mudanzas, ¿algo que se puede evitar?

Actualidad - Madrid 21/01/2020 Juan Antonio Fonseca Serrano
El estrés en las mudanzas

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Las mudanzas son algo tan necesario como, a veces, desquiciante. Empresas especializadas en el sector y en las mudanzas en Madrid, como Anyvan, han demostrado con recientes estudios que 8 de cada 10 españoles se estresan gravemente al realizar una mudanza. Todo lo que implica el trasladar las pertenencias y el cambiar de domicilio, en ocasiones puede llegar a superar a todos los que forman parte del proceso.

¿El motivo? Lo cierto es que hay más de uno. El tener que llevar a cabo una organización total de todo lo que hay en la vivienda, cuadrar horarios para poder desplazar todo de un domicilio a otro, contactar con empresas o incluso decidir qué tirar a la basura y qué no. Son muchas las variables que acaban provocando que la situación sobrepase a las personas que se mudan.

¿Qué provoca el estrés en una mudanza?

Los estudios lo avalan y los datos lo demuestran: mudarse estresa. Es algo que se puede evitar si se siguen las pautas adecuadas, pero para conseguirlo antes es necesario entender qué provoca el estrés a la hora de mudarse. El primer punto ya lo hemos adelantado: tener que organizarlo todo para trasladarlo de una casa a otra es algo que requiere mucha planificación y, sobre todo, fuerza de voluntad para arrancar.

A eso hay que sumar el esfuerzo que se debe llevar a cabo. Mudarse implica trasladar toda clase de pertenencias, incluido un mobiliario que suele pesar y ser difícil de mover. Además de eso, también hay que desmontar cosas, empaquetar, meter en bolsas y recordarlo todo para evitar que nada se quede atrás, o se tire por accidente. 

Hay que tener la mente en muchos frentes al mismo tiempo y tratar de llevar la mejor organización posible. Y eso, sobre todo para los menos acostumbrados, lleva al estrés rápidamente, como también al agotamiento tanto físico como mental.

El factor psicológico

Otro elemento que entra en juego a la hora de realizar una mudanza es el factor psicológico. Este, que está totalmente ligado al estrés de las personas que la llevan a cabo, está fuertemente influenciado por la incertidumbre que suele acompañar a las mudanzas. A las personas no les gusta no saber qué les depara, y eso puede llevar a que se estresen.

Porque mudarse no es solo mover las cosas de un sitio a otro, es cambiar el lugar donde se vive por otro completamente diferente. El estrés se agudiza además si el nuevo domicilio es peor que el anterior, o incluso si el cambio no se hace de forma voluntaria. Este tipo de situaciones son las que más lo agravan y hacen que todo el proceso sea mucho más traumático. Y ya, ni que decir tiene que la situación empeora todavía más si está ligada a una separación o divorcio.

Por otra parte, llevar a cabo este proceso de forma precipitada es algo que también facilita el estrés. Si las personas que se mudan tienen poco tiempo para hacerlo, por cuestiones del contrato de las viviendas o por complicaciones con las empresas de mudanza, es mucho más probable que su agotamiento mental se dispare y comiencen los problemas.

¿Cómo se puede evitar el estrés en las mudanzas?

Todo esto no implica que mudarse tenga que ser algo difícil, traumático y estresante. De hecho, si se enfoca bien, una mudanza puede incluso ser algo divertido para quienes la llevan a cabo. La clave de todo está en el enfoque que se le dé a este cambio, y sobre todo en afrontarlo tanto con valentía como con ganas. Hay que pensar en este cambio como algo positivo, algo que va a llevar a una mejor calidad de vida, sea en la vivienda que sea.

Asimismo, es importante realizar una buena planificación previa. Si las personas, al mudarse, siguen un plan preestablecido y que esté bien pautado, podrán hacer una mudanza totalmente ligera y sin percances. Organizarlo todo en cajas con tiempo, saber qué mueves desmontar y cuáles no, contactar con la empresa de mudanzas con tiempo para reservar fecha... Todo eso hace que el proceso sea mucho más llevadero y menos estresante.

Mejor, con ayuda

Por supuesto, pedir la colaboración de amigos o familiares siempre es algo que ayuda a hacer que la mudanza se acabe antes, como también a que sea menos agotadora. Tener cerca a personas dispuestas a echar un cable en este tipo de situaciones no solo es bueno porque se reduce el cansancio, sino que también es bueno porque, de una forma u otra, refuerza el positivismo a la hora de afrontar esta situación.

Siempre se puede recurrir a empresas de mudanza, pero tener cerca a conocidos que también echen una mano es una opción más que aconsejable, fundamental. Charlar mientras se recogen las cajas y se desmontan los muebles, tomarse con humor esa mesa que no se quiere desmontar o ese escritorio que no cabe por la puerta. Todo eso hace que se enfoque de otra manera y que, al final, resulte incluso divertido.

Puedes formar parte de ese 20% de españoles que no se estresan en las mudanzas, pero hay que saber muy bien cómo hacerlo. Ten en cuenta que, en el fondo, todo reside en la mente y que el factor psicológico es el más influyente. Coge aire, planifica con tiempo y tómatelo con mucha calma. Así, podrás mudarte sin que el caos te abrace en el proceso.

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