Copa Davis: con detalles a mejorar, la nueva era está en marcha

Con autocrítica de parte de los organizadores y buenas recomendaciones de los jugadores, el formato se estrenó con éxito y promete reformas a futuro. Se evalúan cambios en horarios, la locación y el sistema de clasificación. Rafael Nadal y España ya quedaron en la historia de este renovado certamen. 

Deporte25/11/2019 Damián Bruni
Ensaladera de Plata de la Copa Davis, por Marca
Fuente: Marca.

Ha finalizado la Copa Davis con su nuevo formato en la fase final. Madrid se vistió de gala durante toda una semana para recibir a algunos de los mejores jugadores del mundo. Con el correr de los días, mediante declaraciones de uno y de otros, se ha ido dando lugar a los puntos que se deben mejorar. 

La firma Kosmos, grupo que preside Gerard Piqué, en el día de ayer se congratulaba de cómo habían ido las cosas, palmadas y abrazos de complicidad, pero también entendía que hay mucho por mejorar pensando en el futuro, conscientes de que era el primer año de este torneo reformado y que en adelante solo puede ir al alza. Hay luces y sombras, tan entendibles como justificadas.

Una semana parece poco. Tres estadios, por caso, también. Todo se superpone, el primer turno comienza tarde y así se demora el resto de la jornada. Quizá habría que modificar, además, el sistema de clasificación a cuartos de final. 

El formato, siendo muy atrevido, tiene alguna complicación. A la gente le ha costado entender el funcionamiento de esta Davis, con seis grupos de tres equipos. Se clasificaban los campeones de cada grupo y los dos mejores segundos, pero era un poco lío. Argentina ha configurado el ejemplo más genuino del caos: tras el cierre de la fase de grupos ha costado bastante tiempo entender que había entrado como uno de los mejores segundos. Además, se iba a realizar un sorteo para ver contra quién jugaban esos segundos, pero como Rusia ya se había cruzado con España en la primera fase, no podía repetir. Que cuente con tantos equipos (18) hace también que la organización de la jornada sea muy complicada, y más con sólo una semana de torneo. En referencia a esto, Novak Djokovic, tras su estreno con victoria ante el japonés Noshihito Nishioka (6-1,6-2), y horas antes de que Estados Unidos venciese a Italia a las 4 de la madrugada, lanzaba un mensaje de respaldo a esta nueva Davis para después mostrar su disconformidad con la configuración de la misma. “Apoyo el hecho de que había que hacer un cambio respecto al antiguo formato porque no generaba suficiente interés en el mundo del deporte y en el mundo del tenis”, relataba el serbio. Sin embargo, la crítica llegaba justo después: “Quizá el formato ideal está en algún punto intermedio entre éste y el antiguo. Tal vez crear un torneo élite de ocho selecciones o quizá tener una o dos semanas antes durante las que los países puedan jugar en casa en los grupos clasificatorios previos”.

Aficionados a la Copa Davis en Madrdid, por AFPFuente: AFP.

Es innegable que la Copa Davis mantiene la emoción, sigue teniendo un aroma especial esta competición por equipos. Jugar eliminatorias tenía su mística, un fin de semana en la ciudad de turno y con duelos eternos a cinco sets, pero este formato exprés comprime todo mucho más, teniendo aspectos muy positivos. Se juega sin margen, partidos vertiginosos a tres sets y hay muchísimas más opciones de que se produzcan sorpresas. Para alegría de la organización, tres de los cuartos de final llegaron al tercer y decisivo punto y pasó lo mismo con las dos semifinales. Andy Murray fue quien se explayó al respecto: “Apenas tienes margen de error. Los partidos son más emocionantes y más impredecibles; es obvio que para los tenistas sea algo más estresante que antes”.

El punto más cuestionado fue el del horario. Hay tantos equipos, y por ende tantos partidos, que cuesta cuadrar horarios. La sesión matinal empezaba a las 11 y la vespertina a las 18 horas, pero después del revuelo de los primeros días se adelantó media hora el inicio de los dos turnos y se redujo a diez minutos el descanso entre partido y partido de cada eliminatoria. Algo mejoró, pero igualmente se acabó de madrugada casi siempre. Para el recuerdo quedará ese dobles entre Estados Unidos e Italia que concluyó a las 4.04 de la madrugada, el segundo partido de la historia en esa cuestionable clasificación de horarios tardíos. “Reconocemos el problema y tenemos que ser más creativos. Quizá es necesaria una cuarta pista”, ha admitido Piqué. En 2020, el WiZink Center podría ser un recurso muy interesante. Rafael Nadal se encargó de dejar en claro que este punto se tiene que reformular: “Los horarios son malos para los aficionados y para los tenistas. La gente al día siguiente trabaja. Es un problema pensando en los jugadores, en los equipos y en el público”.

El calendario del tenis se encuentra hoy día tan apretado y hay tantos intereses, que cuesta encontrar remedio a la ubicación de la Davis. Se juega cuando ya ha concluido el circuito y los jugadores, en su mayoría, llegan destrozados. Esta semana era de descanso para coger energías antes de la pretemporada, pero exige una dosis más de esfuerzo a los protagonistas de este espectáculo. Además, la Davis se ha disputado un mes y medio antes de la Copa ATP, un nuevo evento que verá la luz los primeros días de enero en Australia, otra especie de Mundial por equipos que encima reparte puntos (750 es el máximo). Jugadores como Djokovic y Nadal han recomendado que estos dos torneos se fusionen en un futuro, aunque para ello es necesario que haya un pacto entre la ITF, la ATP y Kosmos. Complicado. Pese a la complejidad de la recomendación, Gerard Piqué, recogió el guante y disparó: "ITF y Kosmos estamos realmente abiertos para sentarnos con la ATP y tratar de llegar a un acuerdo, para hacer un único y súper evento de dos semanas de duración y tratar de encontrar la mejor parte del calendario", dijo.

"Creo que durante esta semana, Novak y Rafa, número uno y dos del mundo, han expresado que quieren lo mismo, quieren un solo evento, y si es posible, ponerlo en septiembre de dos semanas. Y esto es algo que nosotros queríamos desde el primer día. Es lo mejor para el tenis. No tiene sentido tener ahora mismo dos competiciones diferentes que son muy similares", prosiguió.

"Sí, esto es algo que está encima de la mesa. En el último año, hemos intentado sentarnos con la ATP, obviamente la situación con el anterior presidente no era lo ideal para sentarse y tratar de llegar a un acuerdo. Ahora habrá algunos cambios, así que estamos esperando eso para que podamos sentarnos de nuevo", dijo.

Serán varias las deudas que saldar, al cabo, pero el formato promete encontrar un rumbo en los años venideros. La próxima edición será en Madrid, la siguiente, quién sabe. Lo cierto es que Nadal y España reescribieron la historia una vez más y le dieron el primer impulso a una nueva era.

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