¡La Farmacia Barrio!

La Farmacia de Barrio

La farmacia, en ningún caso, puede ser vista como una tienda más. Se trata del establecimiento sanitario más cercano a la población, y esta labor es especialmente sensible en los barrios, de hecho como he oído decir algún compañero “Las farmacias forman parte del corazón vivo de los barrios”.

Tras 25 años de profesión en la farmacia de barrio y siendo hijo de Farmacéutico, literalmente he echado los dientes en la rebotica de una farmacia de la Elipa, una de las cosas que tengo más claras es que esa proximidad y ese trato continuado con nuestros vecinos, se convierte en el mayor activo que tenemos.

Esta continuidad en el trato nos permite generar lazos de mutua confianza, nos permiten empatizar con ellos, y hacer que nuestra labor como sanitarios, que para eso estamos ahí, sea mucho más humana y eficaz. Muchas veces una palabra, una sonrisa, un gesto o simplemente saber escuchar; desempeñan un papel igual de importante que el de las medicinas que dispensamos a nuestros pacientes.

Gracias a esto y a la labor que este colectivo desempeña en los barrios, encontramos expresiones que no nos pude producir más satisfacción, como MI FARMACEUTICO DE CONFIANZA o MI FARMACIA DE CONFIANZA, porque este merito lógicamente no es solo de una persona sino de todo un equipo.

Por esta cercanía y accesibilidad, normalmente somos los primeros a quienes confían sus problemas de salud, y donde acuden a realizar sus consultas. Nos convierte en el primer eslabón del sistema sanitario, pudiendo resolver en algunos casos o derivar a los centros de salud o a urgencias en otros; haciendo este sistema más eficiente.

Como es normal la inmensa mayoría de las consultas en la farmacia giran en torno al medicamento, es nuestro fuerte, solucionar carencias informativas de los pacientes sobre su medicación:   cómo y cuándo deben tomarlo, para que sirven, cuánto dura el tratamiento, la incompatibilidad con otros medicamentos, sus posibles efectos secundarios… también en este caso la cercanía de la farmacia de barrio se convierte en un elemento diferenciador, el conocer a nuestros paciente y el conocer sus circunstancias personales o familiares, nos permite saber cómo debemos explicárselo y si van a tener más o menos problemas en seguir el tratamiento; por otro lado, también nos permite hacer un seguimiento en el tiempo del mismo, comprobando su eficacia. En definitiva, podemos ayudar a los pacientes para conseguir el máximo beneficio de su medicación, mejorando su calidad de vida.

Otra de las grandes ventajas de la cercanía de la farmacia a nuestros hogares, hace que los medicamentos sean muy accesibles y lleguen a los pacientes en las mejores condiciones de seguridad y eficacia.

Una de las funciones más importantes que tiene la farmacia es la educación sanitaria y la promoción de la salud, es el famoso CONSEJO FARMACEUTICO. Se trata de una herramienta básica en nuestra labor diaria detrás del mostrador. El promover hábitos y costumbres, que ayuden a mejorar la salud de nuestros vecinos, es imprescindible que dentro del barrio la farmacia actúe como un verdadero dinamizador de la salud.

Como es lógico, todo esto de lo que hemos estado hablando, es especialmente relevante cuando se trata de atender a los más vulnerables, entre ellos nuestros mayores. Para ellos en muchos casos la farmacia de barrio se ha convertido en punto de encuentro y de referencia, sobre todo, en estos últimos tiempos.

Para terminar, no me gustaría despedirme sin agradecer las continuas muestras de afecto que recibimos por parte de nuestros vecinos, que nos reafirman en nuestra labor y nos hacen sentir parte del barrio.

Ldo. Emilio Márquez de Prado Mena