Greenpeace da 'oxígeno' con mascarilla a la Cibeles en Madrid para exigir ciudades más verdes

Los activistas accedieron pacíficamente al perímetro de la fuente que rodea la estatua de la diosa Cibeles, en pleno centro de Madrid, para cubrir la nariz y la boca de la escultura con una mascarilla antipolución que estaba simbólicamente conectada a una cápsula transparente con un árbol natural preservado para recordar la necesidad de aumentar la superficie de espacios verdes urbanos que protejan la salud de las personas y mitiguen los riesgos de la crisis ambiental a la que se enfrenta el planeta.

Paralelamente, otro equipo de escalada se encaramó a dos farolas próximas para desplegar una pancarta de 50 metros cuadrados con el lema 'Ciudades verdes, planeta sano'.

Las ciudades albergan actualmente al 55% de la población mundial, pero generan el 70% de las emisiones globales y consumen dos tercios de los recursos y la energía del planeta. Es por ello que las ciudades son fundamentales para frenar la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad, según Greenpeace.

Según esta organización, es "urgente" reinventar las ciudades para las personas y para no sobrepasar el calentamiento global de 1,5°C respecto de la época industrial, objetivo recogido en el Acuerdo de París, lo cual requiere transformar la movilidad, la alimentación, los espacios públicos y verdes, el consumo de energía y eficiencia energética, la generación de residuos y el consumismo.

"Este Día Mundial del Medio Ambiente, los alcaldes y alcaldesas deben ser reconocidos como figuras clave para generar el cambio que necesitamos. Estamos viendo que se dan algunos pasos, pero nos hace falta mucha más ambición, y poner a las personas y el medioambiente en el centro, para lograr ciudades verdes y un planeta sano. Como el propio alcalde de Madrid ha reconocido, la crítica ayuda a evolucionar, y esperamos que esta actividad les anime a actuar”, declaró Alba García, responsable de la campaña de Ciudades Sostenibles de Greenpeace.

REGLA '3-30-300'

Naciones Unidas destaca en este Día Mundial del Medio Ambiente la necesidad de reverdecer las ciudades para "hacer las paces con la naturaleza". En este sentido, Greenpeace publicó esta semana un informe con los beneficios que generaría reverdecer las ciudades con más espacios verdes públicos, y las directrices a seguir, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), para conseguir 50 metros cuadrados de espacios verdes por habitante.

Así, Greenpeace propone que las ciudades cumplan la regla '3-30-300', esto es, que los espacios verdes se distribuyan equitativamente en las ciudades de forma que cada persona pueda ver tres árboles desde su domicilio, tener un 30% de cobertura vegetal en su barrio y acceso a una zona verde de calidad a menos de 300 metros de su hogar. Sin embargo, ninguna ciudad de España cumple estos requisitos, según la ONG.

Por ejemplo, en Madrid sólo hay 21 m2 de zonas verdes por habitante; si se considera el núcleo urbano de la ciudad, apenas un 10% son espacios públicos verdes, mientras que el 65% es cemento. Además, hay un árbol por cada seis habitantes, mientras que la OMS recomienda que sea un árbol por cada tres residentes.

"Tanto cuando hemos estado confinados como cuando hace calor en verano necesitamos zonas verdes, espacios públicos frescos y sombras para que nuestro barrio sea más habitable, entonces, ¿por qué no hacer que sea la norma en lugar de la excepción?", apuntó García, que concluyó: "Hoy estamos en Madrid porque queremos que deje de ser una capital gris para transformarse en verde. Esto la convertiría en ejemplo nacional e internacional del progreso hacia la sostenibilidad. El hecho de estar al lado del Ayuntamiento no es casual, queremos mandar un mensaje alto y claro a todos los ayuntamientos del país: no queremos más ciudades grises, sino verdes y para las personas, para vivir mejor y para salvar el planeta de la emergencia climática".