No acaba de arrancar el equipo suplente de Zidane, que tampoco brilló especialmente en Brujas, aunque le alcanzó para firmar la victoria gracias a tres individualidades. El Real Madrid se despidió de la fase de grupos de la Champions con un triunfo, un resultado insuficiente para alcanzar al PSG, ya condenados los blancos al bombo de los segundos de grupo en el sorteo del lunes.
Fue una noche gris y fría la que se vivió en el Jan Breydelstadion, apenas iluminada por los goles de las dos jóvenes promesas que ilusionan al madridismo por momentos como son Rodrygo y Vinícius, sumados a la conquista de un veterano: Modrid. También adobada la velada por un público ruidoso, que se ilusionó con el empate parcial de Vanaken. Y que respiró tranquilo a pesar de la derrota porque el Brujas jugará la Europa League.
Le esperan al Madrid lides más complicadas e importantes que la que tuvo este miércoles en Bélgica, circunstancia que permitió a Zidane dar un respiro a la mayoría de sus titulares pensando en Mestalla y, sobre todo, en el clásico del 18 de diciembre en el Camp Nou.