
Alternativa a la hiperproducción y consumo del sistema capitalista.
Un trámite confuso y una deuda insignificante impidieron que la Asociación Vecinal La Mancha recibiera una subvención destinada a fomentar el asociacionismo. Transparencia y equidad, ausentes en el proceso
08/11/2025
Ezequiel Fernández BellidoLa Asociación Vecinal La Mancha vivió una situación injusta y desconcertante cuando, después de ser inicialmente beneficiaria de una subvención de Fomento del Asociacionismo 2025, vio cómo esta resolución era anulada por una deuda de tan solo 6,96 €.
Esta deuda corresponde a la liquidación de la Tasa por Utilización Privativa o Aprovechamiento Especial del Dominio Público Local, relacionada con la reserva temporal de espacio para aparcamiento en un evento anual del Club Guantes Manchados, que atrae a cientos de vecinos de Almendrales.
Lo llamativo no es solo la insignificancia económica de la deuda sino la forma poco clara en la que se manejó el trámite. El documento de liquidación menciona cobros por metro lineal y día, incluye una divisa que ya no está en circulación ni es legal desde el 30 de junio de 2021 (“Ptas.”) y fue dictado por la concejala presidenta del Distrito de Usera, Sonia Cea Quintana (PP), lo que genera sospechas sobre la posible intervención política en un procedimiento que debería ser técnico y transparente.
Aunque la deuda fue saldada finalmente, la denegación permanece, impidiendo cualquier recurso o rectificación debido a los estrictos plazos y trámites, que incluso obligan a realizar gestiones presenciales para generar documentación que facilite el pago.
Este caso refleja diferencias evidentes en el trato otorgado entre asociaciones. Una entidad posterior solicitante que reservó el mismo espacio no tuvo que abonar ninguna tasa ni cumplir con las señalizaciones exigidas a La Mancha, lo que sugiere que la equidad brilla por su ausencia en la administración local.
A todo esto se suma un desembolso extra cercano a 50 € para alquilar señales de prohibición de aparcamiento, un gasto adicional que agrava la situación de una asociación sin ánimo de lucro.
Lo que debería ser un incentivo para fortalecer el tejido vecinal se ha convertido en un caso de arbitrariedad y opacidad, alejado de la justicia y la equidad necesarias para gestionar fondos públicos. Más allá de 6,96 €, este es un ejemplo claro de cómo los detalles burocráticos pueden paralizar iniciativas sociales valiosas.
La exigencia es clara: transparencia, trato justo y procedimientos sencillos que ayuden, no entorpezcan, el trabajo comunitario imprescindible para mejorar barrios y fortalecer la cohesión social.
La Asociación Vecinal La Mancha merece explicación, reparación y condiciones equitativas para seguir cumpliendo con su misión.





Alternativa a la hiperproducción y consumo del sistema capitalista.

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Un trámite confuso y una deuda insignificante impidieron que la Asociación Vecinal La Mancha recibiera una subvención destinada a fomentar el asociacionismo. Transparencia y equidad, ausentes en el proceso

La embajadora y el Ministro y Jefe de Misión Adjunto (DCM) en la Embajada recibieron la obra.

“El autocuidado como primer paso para protegernos, fortalecernos y construir un barrio seguro y solidario.”