Una OTAN fracturada cierra su cumbre con una declaración contra el terrorismo

Pese a las acusaciones cruzadas y los cuestionamientos públicos, se ha firmado un documento conjunto en favor de mantenerse alerta frente a la"amenaza permanente". Ayer el presidente francés, Emmanuel Macron, había afirmado que la Organización sufre de "muerte cerebral".

Actualidad - Mundo 04/12/2019 Redacción Redacción
OTAN, por Mustafa Kamaci
Fuente: Mustafa Kamaci.

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Un breve comunicado conjunto y unos aplausos a puerta cerrada de los líderes aliados en Londres han puesto fin este miércoles a la cumbre en la que la OTAN festejaba su 70º aniversario. En medio de acusaciones cruzadas, amenazas de veto y dudas sobre el papel futuro de la Alianza, los 29 países miembros de la organización han logrado mantener dentro de la sala la armonía que no han exhibido en público. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, compareció al final del encuentro tras haber sellado una declaración conjunta que esboza los desafíos militares a los que se enfrentan. Entre ellos, ha valorado Stoltenberg, los aliados reconocen por primera vez el reto que representa el desarrollo militar y tecnológico de China.

Preguntado sobre las disensiones entre los líderes, Stoltenberg ha tratado de restarles importancia —"los desacuerdos siempre generan más atención que los acuerdos", ha manifestado— y ha puesto en valor los acuerdos: se ha actualizado la protección que brinda la OTAN a los países bálticos, pese a que el líder turco, Recep Tayyip Erdogan amenazó con vetarla, y se ha abierto un proceso de reflexión para afinar la estrategia política de la organización en el futuro próximo.

Stoltenberg se reunió anoche con el presidente turco y hablaron de esos desencuentros. Turquía y su ofensiva en el norte de Siria contra milicias kurdas ha sido uno de los temas espinosos que han precedido a la cumbre. El ex primer ministro noruego ha informado de que los aliados no han discutido sobre cómo se tiene que etiquetar a las milicias del YPG, que Ankara califica de terroristas. La declaración conjunta se limita a afirmar que "el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones sigue siendo una amenaza permanente para todos".

De la cumbre de la OTAN ha salido de igual modo un respaldo, sin mucha precisión, a los planes de proteger a los países bálticos, siempre inquietos por la proximidad de Rusia. Este apoyo corría el riesgo de ser vetado por el presidente turco si la OTAN no calificaba precisamente de "terroristas" a las milicias que operan en el norte sirio. El distanciamiento entre Ankara y el resto de aliados también proviene de la reciente adquisición por parte de Turquía de material militar ruso (los sistemas de defensa antimisiles S-400). Stoltenberg comentó al respecto que estos sistemas nunca podrían formar parte de la defensa de la Alianza.

Sobre los compromisos en el gasto de cada uno de los aliados en la defensa conjunta, otro de los temas calientes puestos sobre la mesa por el presidente estadounidense, Donald Trump —que ha anulado por sorpresa la rueda de prensa prevista al término de la reunión—, la declaración final de la cumbre señala que se está invirtiendo en "nuevas capacidades" y contribuyendo "con más fuerzas a misiones y operaciones". El gasto no estadounidense, según el texto del comunicado final, se ha incrementado en los últimos cinco años, y se ha invertido alrededor de 130.000 millones de dólares más en defensa.  

La OTAN ha cumplido 70 años envuelta en una cacofonía de voces. Antes de arrancar los festejos en Londres, Trump arremetió contra Francia y tildó de “insultantes” los comentarios de su homólogo, Emmanuel Macron, sobre el estado de “muerte cerebral” de la OTAN. Aunque ambos mandatarios rebajaron más tarde el tono en una inusual comparecencia.

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