Las 4 averías más habituales de los frigoríficos

Economía - Empresas04/03/2022RedacciónRedacción
nevera - IP

Si hay un electrodoméstico básico en cualquier cocina, ese es un frigorífico que conserve la frescura de los productos alimentarios y garantice su mantenimiento. 

Más allá de lavavajillas y lavadoras, los frigoríficos son la clave para que en una casa la cocina funcione a pleno rendimiento junto con un fogón, ya sea de vitrocerámica, eléctrico o de gas. 

Realmente, es un aparato que no suele dar problemas, aunque siempre hay averías que habría que detectar a tiempo para que pudieran ser arregladas a tiempo. 

"La clave cuando un electrodoméstico empieza a funcionar de una forma rara es acudir a un servicio reparador. El técnico, que repara a domicilio, puede diagnosticar rápidamente lo que le sucede y ponerle solución, evitando tener que cambiar el aparato por uno nuevo" explican desde Repara a Domicilio.

 

¿Cuáles suelen ser los problemas más habituales? 

  1. Demasiado hielo: a veces la acumulación de agua congelada puede suponer un problema tanto por culpa del termostato como por culpa del circuito eléctrico. 
  1. Falta de frío: normalmente todas las neveras traen un termostato para poder regular la temperatura interior tanto de la parte frigorífica como del congelador. Lo normal es que la comida se mantenga para su consumo a una media de 3 grados. Pero hay veces que el termostato falla y acaba dejando de enfriar. Quizá es una de las averías más fáciles de solucionar. 
  1. Fuga de gas: el frío de los frigos se consigue gracias al gas de su conducto. Una fuga de este gas estropea el electrodoméstico salvo que se detecte pronto. 
  1. El motor es otra de las piezas que puede necesitar ser cambiada a lo largo de la vida útil del electrodoméstico.

 

Por suerte, estos cuatro problemas son mucho más comunes de lo que se piensan y contar con un reparador a domicilio puede ser clave para conseguir alargar unos años el frigorífico a pleno rendimiento. De hecho, por norma general, suele merecer la pena arreglar las averías para ahorrar algunos euros ya que, dependiendo del tipo de máquina, puede resultar bastante elevado su precio.

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