Juan Carlos I intermedió en la venta de un ático de lujo en Londres a una sociedad ‘offshore’

Al menos 20 millones desaparecieron en su venta, de los que a día de hoy no hay rastro en ninguna de las dos fundaciones instrumentales vinculadas al emérito.

Política - Denuncias Públicas 01/08/2020 Redacción Redacción
Juan Carlos I Foto Telam
Juan Carlos I Foto Telam

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Tras abdicar y con ello perder su condición de inviolable, Juan Carlos I intermedió en la venta de un ático de lujo en Londres a una sociedad ‘offshore’ de las Islas Vírgenes Británicas, una transacción sin ninguna lógica comercial y en la que al menos 20 millones de euros desaparecieron sin dejar ningún rastro, según desvela este viernes ‘El Confidencial’. Este episodio abre otro frente al anterior jefe del Estado, que ya estaba inmerso en tres procedimientos penales.

El episodio amenaza con la apertura de una cuarta causa judicial al anterior jefe del Estado

En abril de 2014, Juan Carlos I logró que su viejo amigo el sultán de Omán, Qabus bin Said al Said, adquiriera el ático y se lo cediera para disfrutarlo de forma gratuita e ilimitada tras su abdicación, que se produciría dos meses después.

En julio de 2014 –dos semanas después de la abdicación–, la Embajada de Omán en Reino Unido compró el ático a su promotora, Coll Hill Spink Limited, por 50 millones de libras, unos 62,7 millones de euros. Aunque el ático acababa de ser construido y estaba listo para vivir, Juan Carlos I –que pensaba convertirlo en su nueva residencia tras su abdicación– ordenó hacer varias mejoras, también con cargo a Omán.

Además, en 2016 se quejó de que Omán no se hiciera cargo también de los gastos de comunidad de la vivienda y comunicó a Qabus bin Said Al Said que prefería vender el ático y quedarse con los 62 millones de euros que costaba, pues para mantener su tren de vida necesitaba más el dinero que la vivienda. Qabus bin Said al Said accedió a los deseos de Juan Carlos I, que presuntamente encontró una fórmula para llevar a cabo la operación: convenció a la Embajada de Omán en Reino Unido de que traspasara el título de propiedad del ático, como regalo de boda, a Mohamed el Husseiny, un multimillonario árabe del que el anterior jefe del Estado iba a ser padrino de boda.

Mohamed el Husseiny solo conservó unos meses la propiedad del ático, pues en el mismo año 2016 fue vendido definitivamente a K Legacy Ltd –traducido, ‘legado de K’, la inicial de King, rey en inglés– sociedad ‘offshore’ de las Islas Vírgenes Británicas –uno de los territorios más opacos del planeta–, que actualmente sigue siendo la propietaria de la vivienda. El ático fue comprado en 2014 por 50 millones de libras –62,7 millones de euros– y vendido dos años después, en un contexto de alza sostenida de precios en el mercado inmobiliario, por 33 millones de libras –42,7 millones de euros–, es decir por 20 millones de euros menos de lo tasado por el promotor. El ático y la inexplicable desaparición de esos 20 millones de euros amenazan con la apertura a Juan Carlos I de otra causa judicial.

( con información de laultimahora.es)

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